De muy joven dejé la oficina para dedicarme a mi sueño, el teatro, donde como actor profesional jugué durante muchos años a ser quién no era y me ha hecho como soy. Al fin un día desperté y decidí dedicarme a los niños, a la educación, a la animación lectora. Siempre he sentido que leyendo, contando o escuchando cuentos, era una forma fantástica de soñar con los ojos abiertos mientras nos explicamos la vida y el mundo, y que gracias a ellos y a las lecturas nos conocemos un poco más. Y desde hace casi 30 años que voy contando y a veces cantando por bibliotecas, escuelas e institutos, aquello que a mí me hace vibrar. También me he formado como profesor de yoga y he bebido de los cuentos orientales. Y todo para ayudar con lo que pueda para dejar un mundo tal y como todos lo soñamos, en Paz.

Juli García Cortés