Inventar e ilustrar historias es más fácil de lo que parece. Jugando con nombres de animales, si les quitamos o añadimos letras o prefijos, o si se fusionan con objetos, vehículos o otros animales, surgirán nuevos y sugerentes nombres (motodrilo, elepótamo, aguana, etc.) con los que se crea un fantástico bestiario de imágenes y textos.